COMPRAS Y ESTILO DE VIDA
COMPRAS
Todos estamos sometidos al bombardeo incesante de la publicidad, en mayor o menor medida, y todos caemos en sus garras, aunque no seamos conscientes. Si nos hemos deshecho de todo lo superfluo o innecesario que teníamos acumulado en casa, hay que vigilar no volver a caer en la tentación y empezar a comprar sin pensar. En primer lugar, tenemos que ser conscientes del tipo de vida que llevamos, en qué consiste nuestro trabajo, en qué medio de transporte nos desplazamos, las obligaciones diarias que tenemos, etc. Todo ello influye en el momento de comprar y debemos ser conscientes de qué objetos se van a adaptar mejor a nuestro estilo de vida. Por ejemplo: si vamos a trabajar en autobús o en metro, no nos pondremos unos tacones de 15 centímetros, de Manolo Blahnik, por mucho que a Carrie Bradshaw le queden ideales para correr por Manhattan. Será más cómodo ponernos unos zapatos más adecuados y que nos permitan andar y no perder el equilibrio a cada frenada del bus, ¿no?.
Lo mismo es aplicable a la ropa que usamos o al bolso. Últimamente, se han puesto de moda los bolsos rígidos, que quedan muy bien en las fotos de las celebrities pero, antes de comprarlos, deberíamos tener en cuenta si se adaptarán a nuestras necesidades y si nos serán cómodos. Lo más seguro es que no.
Todo esto son ejemplos para hacernos recapacitar en el momento en que entremos en una tienda y nos decantemos por uno u otro modelo. No hagáis caso de las dependientas o a ese reportaje que habéis visto en una revista y pensad en el uso que vais a dar a cada objeto. No digo que no se puedan comprar unos bonitos zapatos o un bolso que nos guste, pero tened en cuenta que debemos pensar si nos serán útiles en el día a día o si acabarán ocupando un precioso espacio en nuestro armario.